sábado, 8 de septiembre de 2007

LA FRASE DE NIETZSCHE “DIOS HA MUERTO”

Autor:Martín Heidegger
Análisis: Patricia Verdugo Pérez

El autor de este libro analiza en profundidad la frase “Dios ha muerto” expresada en la obra “La Gaya Ciencia”, en el texto número 125 titulado “El loco”, cuyo autor es Nietzsche. Para hacer más descifrable este ensayo creo necesario mostrar el escrito antes mencionado:
El loco.-
¿No habéis oído hablar de ese loco que encendió un farol en pleno día y corrió al mercado gritando sin cesar: « ¡Busco a Dios!, ¡Busco a Dios! »? Como precisamente estaban allí reunidos muchos que no creían en Dios, sus gritos provocaron enormes risotadas. ¿Es que se te ha perdido?, decía uno. ¿Se ha perdido como un niño pequeño?, decía otro. ¿O se ha escondido? ¿Tiene miedo de nosotros? ¿Se habrá embarcado? ¿Habrá emigrado? -así gritaban y reían todos alborotadamente. El loco saltó en medio de ellos y los traspasó con su mirada. « ¿Que a dónde se ha ido Dios? -exclamó-, os lo voy a decir. Lo hemos matado: ¡vosotros y yo! Todos somos sus asesinos. Pero ¿cómo hemos podido hacerlo? ¿Cómo hemos podido bebernos el mar? ¿Quién nos prestó la esponja para borrar el horizonte? ¿Qué hicimos, cuando desencadenamos la tierra de su sol? ¿Hacia dónde caminará ahora? ¿Hacia dónde iremos nosotros? ¿Lejos de todos los soles? ¿No nos caemos continuamente? ¿Hacia adelante, hacia atrás, hacia los lados, hacia todas partes? ¿Acaso hay todavía un arriba y un abajo? ¿No erramos como a través de una nada infinita? ¿No nos roza el soplo del espacio vacío? ¿No hace más frío? ¿No viene siempre noche y más noche? ¿No tenemos que encender faroles a mediodía? ¿No oímos todavía el ruido de los sepultureros que entierran a Dios? ¿No nos llega todavía ningún olor de la putrefacción divina? ¡También los dioses se descomponen! ¡Dios ha muerto! ¡Dios permanece muerto! ¡Y nosotros lo hemos matado! ¿Cómo podremos consolarnos, asesinos entre los asesinos? Lo más sagrado y poderoso que poseía hasta ahora el mundo se ha desangrado bajo nuestros cuchillos. ¿Quién nos lavará esa sangre? ¿Con qué agua podremos purificarnos? ¿Qué ritos expiatorios, qué juegos sagrados tendremos que inventar? ¿No es la grandeza de este acto demasiado grande para nosotros? ¿No tendremos que volvernos nosotros mismos dioses para parecer dignos de ellos? Nunca hubo un acto más grande y quien nazca después de nosotros formará parte, por mor de ese acto, de una historia más elevada que todas las historias que hubo nunca hasta ahora.» Aquí, el loco se calló y volvió a mirar a su auditorio: también ellos callaban y lo miraban perplejos. Finalmente, arrojó su farol al suelo, de tal modo que se rompió en pedazos y se apagó. «Vengo demasiado pronto -dijo entonces-, todavía no ha llegado mi tiempo. Este enorme suceso todavía está en camino y no ha llegado hasta los oídos de los hombres. El rayo y el trueno necesitan tiempo, la luz de los astros necesita tiempo, los actos necesitan tiempo, incluso después de realizados, a fin de ser vistos y oídos. Este acto está todavía más lejos de ellos que las más lejanas estrellas y, sin embargo, son ellos los que lo han cometido.» Todavía se cuenta que el loco entró aquel mismo día en varias iglesias y entonó en ellas su Requiem aeternam deo. Una vez conducido al exterior e interpelado contestó siempre esta única frase: « ¿Pues, qué son ahora ya estas iglesias, más que las tumbas y panteones de Dios?».1
El deseo de Nietzche, según Heidegger es hacer que la metafísica pierda sentido, la idea de la muerte de un dios ya le era familiar al primer autor desde la juventud donde en un apunte de la época de elaboración de su primer escrito, «El origen de la tragedia», Nietzsche escribe (1870): «Creo en las palabras de los primitivos germanos: todos los dioses tienen que morir».2
1 Nietzsche, “La Gaya Ciencia”, texto número 125 titulado “El loco”
2 Nietzsche, citado por Heidegger en “La frase de Nietzsche Dios ha muerto”.
La esencia expresa el posible origen del nihilismo, (este se entiende como el escepticismo religioso, el ateísmo). Trata de aclarar que la idea de Nietzsche al escribir el texto antes mostrado no era el afirmar que Dios (el Dios cristiano, que todos conocemos) realmente ha muerto, o sea que ha muerto en los corazones de la gente, o que el mundo ha dejado de creer en Él, Heidegger quiere mostrar que Nietzche quería hacer ver que lo que ha muerto realmente son los valores del hombre.
Expresa que nihilismo no es solamente no creer en dios, no es lo mismo que ateísmo, según Nietzsche es realmente la pérdida de la espiritualidad y de la sensibilidad. Que dios ha muerto es distinto de la falta de fe, dice este. Es en realidad que en el mundo han muerto los ideales.
“El cristianismo es, para Nietzsche, la manifestación histórica, profana y política de la Iglesia y su ansia de poder dentro de la configuración de la humanidad occidental y su cultura moderna.” 3 La idea de Nietzsche según Heidegger es no atacar al cristianismo, si no hacer una crítica teológica, lo que por ningún motivo es una crítica a la fe.
El autor hace ver, que en la época que vivimos la meta de eterna felicidad que antaño se traducía en la creencia del más allá, hoy se transforma en poseer muchas cosas materiales.
Mientras la gente siga viendo el nihilismo como ateísmo, la postura de stos con respecto a este será siempre superficial.
En el año 1887 Nietzsche plantea la pregunta: « ¿Qué significa nihilismo? ». Y contesta: «Que los valores supremos han perdido su valor».
3 Nietzsche, citado por Heidegger en “La frase de Nietzsche Dios ha muerto”.
¿Por qué estos han perdido su valor? Los valores supremos es lo verdadero, lo bueno, lo bello, son los principios, las metas que determinan la vida humana. La pérdida o desvalorización de los valores es a causa de que existe la idea de que el mundo ideal nunca se podrá alcanzar dentro del mundo real. Sin embargo Nietzche no ve al nihilismo como decadencia, si no como la historia misma de occidente, es decir, cree que los acontecimientos históricos se han desarrollado según una lógica interna.
De esta forma la pérdida de valores del mundo actual ha ocurrido y el mundo como tal sigue ahí, lo que ahora procede es que los valores vuelvan a instaurarse y esto también es llamado por Nietzche como nihilismo. Heidegger ase ver que la posición de Nietzche en ocasiones es ambigua como por ejemplo cuando dice que el paso previo del nihilismo es el pesimismo que afecta a las personas.
Volviendo al sentido religioso de l nihilismo Hedegger acota que aún cuando Dios (para los cristianos) haya desaparecido del lugar que ocupaba en el mundo espiritual, aún ese lugar ocupado por él existe, pero está vacío en espera de ser ocupado por otra cosa, por nuevos ideales.
Heidegger divide al nihilismo de Nietzche en dos tipos, el incompleto y el completo, el primero es aquel que sustituye los valores anteriores por otros, pero estos últimos ocupan el mismo lugar de los antiguos, en cambio el nihilismo completo elimina incluso el lugar ocupado por los valores perdidos.
Para comprender lo que Nietzche quiere decir con la frase “Dios ha muerto” tenemos que comprender lo que este entiende por valor.
En una anotación (1887/88) Nietzsche dice lo que entiende por valor (Voluntad de Poder, afor. 715): « El punto de vista del ‘valor’ es el punto de vista de las condiciones de conservación y aumento por lo que se refiere a formaciones complejas de duración relativa de la vida dentro del devenir».4
Heidegger interpreta esta frase de Nietzche como que la esencia del valor reside en el punto de vista que tiene la persona, es decir se refiere que la vista toma en consideración, como se enfoca algo como lo decimos alguna cosa. Esto hace que se tenga una escala de medida de los valores.
El valor es valor en la medida en que vale, e la medida que es importante para la persona.
En cuanto a lo que Nietzche quiere decir con “El punto de vista del ‘valor’ es el punto de vista de las condiciones de conservación y aumento”, esto es, con aumento se refiere al querer crecer de la vida, a aumentar, toda vida que se dedica solamente a ser conservada va directo a al decadencia, Heidegger da como ejemplo de esto, lo siguiente: para un ser vivo asegurarse el espacio vital nunca es una meta, sino sólo un medio para el aumento de vida. La vida en sí se muestra como instauradora de valores.
Según las palabras de Nietzsche, el valor es el «punto de vista de las condiciones de conservación y aumento por lo que se refiere a formaciones complejas de duración relativa de la vida dentro del devenir».5 Siendo devenir el tránsito de una cosa a otra.

4 Heidegger en “La frase de Nietzsche Dios ha muerto”
5 Heidegger, citando a Nietzche, en “La frase de Nietzsche Dios ha muerto”
Según Heidegger el devenir es para Nietzche “la voluntad de poder”, por tanto esto es un rasgo fundamental de la vida, si no existiese esta voluntad ¿Qué sería del hombre y de su trascendencia en el mundo?
La voluntad de poder es para Heidegger el fundamento para despertar la necesidad de instaurar nuevos valores y abre la posibilidad de una revalorización. Por eso Nietzche dice en la Voluntad de Poder, afor. 14 del año 1887: «Los valores y su transformación se encuentran en relación con el aumento de poder del que plantea los valores.» (Citado por Heidegger, en “la frase de nietzche Dios ha muerto”)
Sintetizando hasta ahora el pensamiento de Nietzche, vemos que para él el nihilismo es la legalidad histórica de la pérdida de los valores que hasta ese momento habían sido supremos (las metas, los principios que regían la vida de las personas, espiritualmente hablando), esta desvalorización es concebida como una transvaloración, es decir, la pérdida de valores que son cambiados por otros (instauración de nuevos valores a través de la voluntad de poder).
Voluntad de poder según Heidegger supone dos cosas: querer pòr un lado y poder por otro.
Heidegger menciona lo siguiente: en la segunda parte de «Así habló Zarathustra», que apareció un año después de «La gaya ciencia», en 1883, Nietzsche habla por primera vez de «voluntad de poder» en el contexto en el que justamente debe ser comprendida: «Donde encontré algo vivo, encontré voluntad de poder; y hasta en la voluntad del siervo encontré la voluntad de ser amo y señor».
Con esto quiere mostrar que según el pensamiento de Nietzche en cada ser vivo existe voluntad de poder, que la vida en sí se cimienta en esta frase. Es la necesidad de ser más, de surgir, pero además es dar órdenes, mandar.
En cuanto a querer, esto Heidegger lo interpreta como la idea de querer ser más fuerte, tener más poder, de querer crecer más.
El hombre según Heidegger en el transcurso de la historia de vuelve otro, con la pérdida de valores, este se vuelve subjetivo, y entonces el ser en su totalidad se convierte en algo material, la espiritualidad ya no cuenta, esto es en realidad la muerte de dios, el hombre solo quiere su seguridad, domina su ser a través de la voluntad de poder.
Cuando Nietzsche habla de dios se refiere al Dios cristiano, sin embargo no porque lo nombre quiere decir que crea en él, es más este escritor no cree en la existencia de dios alguno, en lugar de el ve una figura del pensamiento, de lo absoluto.
Para Nietzsche la muerte de Dios no es más que la muestra de que podemos vivir sin lo absoluto, en la inocencia del devenir. La existencia de dios en sí se explica bajo la condición de dar un consuelo a los hombres de la miseria.
"Dios ha muerto" explica que Nietzsche estaba convencido que los valores tradicionales representaban una "moralidad esclava", una moralidad creada por personas débiles y resentidas que fomentaban comportamientos como la sumisión y el conformismo porque los valores implícitos en tales conductas servían a sus intereses.
Nietzsche afirmó el imperativo ético de crear valores nuevos que debían reemplazar los tradicionales, esto es llamado por Heidegger la transvaloración de los valores.
Nietzsche rechaza la metafísica occidental, entendiendo por esta el conocimiento objetivo acerca del mundo, acerca del alma y acerca de Dios. En la Gaya Ciencia el piensa que esta muere junto con la muerte de los valores tras la frase “Dios ha muerto”.
También encontramos en la muerte de Dios el rechazo explícito de toda moral, y más en concreto de la moral judeo-cristiana que plantea valores morales del bien y la espiritualidad.
Por ultimo, la muerte de Dios ha de ser el punto de partida de una nueva antropología: el superhombre. El hombre que asume hasta las últimas consecuencias que estamos sin Dios, aquel hombre que vive para la tierra, que da un eterno y alegre sí a esta vida tal como es. Aquel hombre que crea valores, que es capaz de no quedarse en la nada que ha desencadenado la ausencia de Dios, sino que se erige desde su yo superado del nihilismo.
Si Dios ha muerto, todo carece de sentido, no hay valores morales supremos, y el hombre es el dios de su historia y su destino. He aquí, según Nietzsche, la gran misión del superhombre: salir del nihilismo destructivo y crear algo nuevo sin Dios, empezar a navegar, como espíritus libres, por un mar sin rumbos hacia una nueva aurora.
Esto es lo que analiza Heidegger en su libro La frase de Nietzsche “Dios ha muerto” , este filósofo alemán partidario del nacionalsocialismo expresa que el su libro la Gaya ciencia Nietzsche promueve la frase Dios ha muerto para hacer ver la muerte de los valores del hombre en especial los impuestos por la corriente judeo-cristiana, a partir de este estado el hombre es capaz de levantarse y replantear su sistema valórico acorde a la vida y la naturaleza, para seguir viviendo a partir de esta transvaloración.
Como conclusión se puede hacer un paralelo entre la frase de Nietzsche Dios ha muerto y la pérdida de los valores que aquejan a nuestra sociedad. Es posible que a partir de esta muerte de los valores supremos de nuestra cultura, se pueda morir y renacer para superar esta crisis en un tiempo lejano (o cercano) y sea el mismo hombre renovado quien reforme el sistema valórico que impere en los próximos tiempos.

1 comentario:

Héctor Esquer dijo...

Qué mal que los hombres- no puedo decir el hombre- sobre todo en las religiones y en las sectas religiosas, tergiversen tanto la frase de Nietzsche, dejándola en el tonto lugar de "blasfemia" o enfermo espiritual, cuando en realidad, la postura de este filósofo acusa un misticismo incomprendido, pero fuera de los grilletes de los dogmas de una fe centrada en intereses de poder y dominio, así como de la domesticación irracional de sus integrantes.
Sin duda, este artículos nos amplía, incluso lo que Cristo llego a ser para los judíos: un demonio que atentaba contra su poder eclesiástico; una especie de anti-mesías. Por supuesto que nada tiene que ver con los calificativos simplones que no están dispuestos a dejar la comodidad de las creencias aunque sean falsas en la práctica y, esto, hasta para los que conducen a los rebaños al abismo: sacerdotes pederastas, enriquecidos por el poder político, defensores de todo aquello que Cristo rechazó.
Que Nietzsche haya terminado sus días en un psiquiátrico lo ven como un "castigo a su concupiscencia de pensamiento", pero se requiere estar muy lúcido para escribir lo que planteaba y hay muchos mediocres en todas las áreas de la vida que mueren sin pena ni gloria embalsamados por sus propias hipocresías.