lunes, 27 de agosto de 2007

Cotejo artículos "Feminización de Remesas, Fmlias. Transnacionales y Comercio Nostálgico" y "Mujeres, Trabajo y Tecnología en Tºs Globalizados"


Patricia Verdugo Pérez

Estudiante de Pedagogía Básica

Universidad Arturo Prat


A fines del siglo XIX y comienzos del XXI la participación femenina en la industria se reduce, tal vez esta sea una de las razones para la migración principalmente de este género (en busca de recursos económicos para su familia).

A esto se puede agregar que desde tiempos inmemoriales existe una desigualdad en las remuneraciones y en el reconocimiento del trabajo de las mujeres, siendo estas las que ocupan normalmente puestos de trabajo inferior en la jerarquía laboral.

Desde el siglo XIX se pensó que la mujer estaba excluida de la economía puesto que por su naturaleza, su trabajo no era de producción si no de reproducción y más que nada trabajo doméstico.

El modelo ”fordista” presenta al hombre como proveedor y a la mujer como su complemento obligado, que eventualmente es asalariada, modelo que aún el gran parte de América Latina prevalece1.

Según Castells, citado por Arango, el trabajo constituye un recurso global, entre otras cosas porque “en busca de mejores condiciones de trabajo y huyendo de la pobreza, la guerra o la persecución las y los trabajadores de numerosos países se desplazan hacia economías aparentemente más prometedoras”

Tomando esto en consideración y haciendo un paralelo con el artículo de Gaiza2 se puede observar que entre los países con más migración está Colombia y El Salvador y como sabemos ambos se caracterizan por la inestables condiciones de paz ciudadana, razones que incitan a migrar en busca de mayor tranquilidad.

La economía de países en desarrollo como Puerto Rico y República Dominicana busca reducir costos de producción a través del empleo de mano de obra femenino. En ambos países se destaca el aporte a la economía nacional en remesas (proporción de ingresos que los trabajadores emigrantes envían a sus familias en el país de origen).3

La realidad de América Latina, en los países en vías de desarrollo especialmente en los procesos industriales tecnificados la tendencia es contratar mano de obra masculina, y que la contratación de estos sea permanente, en cambio a la mujer se le contrata de forma temporal, la idea es evitar los periodos de natalidad y la falta al trabajo por enfermedades de los hijos. Como reflejo de esto y relacionando ambos artículos, se encuentra que: “durante la década del 90 América latina fue la primera región del mundo en alcanzar la paridad entre el número de hombres y de mujeres migrantes. Cada vez es mayor el número de mujeres que migra de manera autónoma y que es la principal proveedora del hogar”4.

El género femenino hasta hoy, es discriminado en términos laborales, nuestra naturaleza hace que el ser madre sea una desventaja al momento de trabajar, incluso en nuestro país cuya economía y desarrollo está por sobre otros países de Sudamérica, podemos ver este tipo de diferencia.

El trabajo de la mujer en el hogar jamás es reconocido, sumado esto a extensas jornadas de trabajo, hace que esta se vea limitada a acceder a empleos de tiempo completo, a cargos con más responsabilidad y a mejorar su nivel de ingresos

Esta razón hace que en países con más problemas en su economía y con disturbios en su población por guerrillas o por violencia en los carteles de la droga (como es el caso de El Salvador y Colombia, respectivamente) hace que sea atractivo y a veces se vislumbra como la única esperanza el buscar fuera del país, en naciones extranjeras aparentemente más prósperas, el bienestar económico y la tranquilidad que no se encuentra en su propia tierra, sin embargo, a menudo este es un sacrificio realizado por una pequeña parte de la familia (uno o dos integrantes) el resto queda aguardando la ayuda del emigrante, de aquí nace el término de familia transnacional 2 (cuyos integrantes viven o permanecen en dos países o más). Por lo demás se da origen a un comercio bastante particular, puesto que los ingresos recibidos mensualmente (a menudo) son bastante significativos para la economía de algunos países, además el emigrante busca en el país al cual a viajado acercarse un poco a sus raíces y adquirir alimentos y bienes que les recuerden a los suyos. Este comercio es llamado “comercio nostálgico”

Como conclusión creo que la realidad actual de Latinoamérica es que el trabajo femenino es mal remunerado y poco reconocido por estas razones unido a la creciente búsqueda de independencia de las mujeres, estas optan por elegir asentarse en un país extranjero en donde la economía es más promisoria y desde allí ayudar a la familia dejada en el lugar de origen, aunque el costo emotivo no sea menor.

1 Arango, Luz Gabriela. “Mujeres, Trabajo y Tecnología en Tiempos Globalizados”

2, 3, 4 Gainza, Patricia P. “Mujeres, Migración y Flujo de Capitales”

No hay comentarios: